El argumento de la obra es el siguiente:
Don despierta a Francisco, dentro del sueño, para prevenirle. El niño, desconcertado se encuentra en un mundo fantástico en el que los objetos se distorsionan y se transforman, los personajes entran por las paredes. Hasta su "señorita de música", Rosa, se ha convertido en una fanática atadora de cordones de zapatos. Nada es lo que era. Ella, a través de una de las canciones de infancia, fue la inspiradora de la decoración con referencias viales de su habitación: lámpara semáforo, cama coche, perchero señal, alfombra paso de peatones, etc..
Francisco, con la ayuda de Don, debe enfrentarse a las pesadillas que Graña le envía y superarlas. Tras alguna escaramuza, sucumbe ante "el Gran Gusano" y es hecho prisionero.
Graña ha ganado , aunque la aventura de nuestro joven protagonista tendrá un final feliz.